2018, ¿EL AÑO DE LA TECNOLOGÍA?
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2018, ¿el año de la tecnología?
Ginni Rometty, jefe del IBM, plantea la idea de que la revolución digital tiene 2 fases. En la primera, las firmas de Silicon Valley hacen todo lo que están en sus manos a la vez que crean nuevos mercados y evisceran a las empresas más débiles. Así ha sido la realidad hasta hoy en día. Las firmas tecnológicas ocupan el 42% del mercado bursátil en EEUU desde el 2014. De ahí a que surja una nueva frase en la jerga comercial: “estar amazonado”.
La Sr.Rometty cree que la segunda fase está comenzando ahora y que favorece a los titulares. Dichos titulares reúnen la capacidad de adaptación e innovación para crear nuevos productos digitales y aumentar la eficiencia. Por ejemplo, IBM, lucha por sobrevivir contra rivales tecnológicos basados en la nube y la mayoría de sus clientes son empresas convencionales. Por lo que la Sr.Rometty tiene razón en que los titulares logran sus objetivos gracias al uso de la tecnología.
Teniendo en cuenta a las 20 firmas NO tecnológicas más valiosas de los EEUU, 14 de ellas ahora presentan una dimensión digital para sus estrategias. Algunas firmas de primera línea mezclan modernos cócteles de comercio electrónico, enormes datos e iniciativas de inteligencia artificial (IA). Pero otros sin embargo, están haciendo apuestas de miles de millones de dólares. Por ejemplo, General Motors está desarrollando un conjunto de vehículos eléctricos y autónomos y Walmart se encuentra en medio de un gran esfuerzo de compra en línea. Los inversores ven tales iniciativas como centrales para las perspectivas de estas empresas.
Se inició una ronda de fusiones y adquisiciones a medida que las empresas responden a la amenaza de Silicon Valley. En 2019 Disney dejará de distribuir nuevas películas a través de Netflix y lanzará sus propios servicios de transmisión. El 12 de diciembre Westfield y Unibail, un par de grandes operadores de centros comerciales, unieron fuerzas con dos objetivos principales: aumentar su volumen en respuesta al comercio electrónico y construir una marca global con presencia digital.
Los titulares tienen mucho a su favor, poseen el 80% de los datos del mundo comercial. Presentan vastos recursos pero logran tener grandes resultados: entre las 500 empresas del S & P, su flujo de caja total es cuatro veces mayor al de las empresas de tecnología y 18 veces mayor que lo que los inversores de capital riesgo invierten cada año.
Los gigantes establecidos también disfrutan de barreras de entrada, como marcas fuertes y habilidades de cabildeo, siendo estas últimas especialmente cruciales en el sistema político impulsado por el dinero de los Estados Unidos. El 14 de diciembre, los reguladores estadounidenses abolieron las reglas de "neutralidad de la red" que requieren que los operadores de telecomunicaciones traten todo el tráfico de Internet en partes iguales, una victoria para las empresas de telecomunicaciones y cable convencionales. Silicon Valley enfrenta un "techlash" regulatorio global sobre cuestiones tales como la privacidad y los impuestos.
Un enfoque típico de las empresas convencionales es una combinación de adquisiciones de puesta en marcha e inversión orgánica en nuevas tecnologías. GM ha invertido en Lyft, una empresa que comparte viajes, y ha desarrollado motores eléctricos. El 13 de diciembre, Target, que opera tiendas de descuento, compró Shipt, una plataforma de entrega en línea. Walmart ha comprado Jet.com, una empresa de comercio electrónico. Los bancos occidentales han estado ocupados comprando firmas de fintech, aunque los titulares más inteligentes en finanzas son asiáticos. DBS, el mayor prestamista del sudeste asiático, ha establecido bancos en línea tanto en India como en Indonesia.
Algunas firmas están optando por grandes negocios. El 3 de diciembre, CVS, una farmacia y gerente de beneficios de atención médica, dijo que pagaría millones por Aetna, una compañía de seguros de salud. Su objetivo principal es aumentar y asegurar los clientes antes de que Amazon ingrese a la venta de medicamentos. En cuanto a la industria tecnológica, IBM no es la única firma madura que intenta adaptarse. En marzo, Intel compró Mobileye, para especializarse en chips y software para autos sin conductor.
La sabiduría convencional dice que las empresas establecidas son tímidas respecto al cambio tecnológico, temen comercios y se ven atrapadas en una mentalidad carente de imaginación.
Las apuestas digitales de las firmas convencionales crecerán aún más, a medida que más patrones observen el aumento en los precios de las acciones de pioneros como Walmart y GM. En general, esto tiene sentido, incluso si muchas empresas hacen un montón de cosas. Para los grandes titulares, en 2018 la estrategia digital dejará de ser experimentos modernos y empezará a ser una cuestión de vida o muerte.
